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Como comportarse en la mesa:

Este apartado le puede ser útil para el conocimiento de los buenos modales en la mesa, o también si usted está a punto de cenar en uno de los mejores restaurantes del país y si le gusta saber cómo comportarse correctamente en la mesa.

La forma en que comemos delata mucho de nosotros: esta, muy pública, exposición es imposible de ocultar y dice más sobre nosotros en un solo bocado que lo que llevamos puesto.

Comer es tan necesario como respirar. Las buenas maneras de comer es un acto de bondad. La gente se siente a gusto y mejora la experiencia culinaria. Un comensal descuidado provoca desasosiego y llama innecesariamente la atención hacia a sí mismo.

Reglas básicas de comportamiento en la mesa.

En la mesa deben seguirse unas reglas o pautas de comportamiento para poder compartir la velada con los demás compañeros sin molestar o incomodar. Algunos puntos a tener en cuenta:

Deje que se sienten primero las señoras. Si tiene a una señora su lado, ayúdele a sentarse retirando la silla para facilitar su "entrada" a la mesa, y luego se la acerca con cuidado.

Usted debe sentarse en el lugar que le hayan indicado y en el momento oportuno (después de que todas las señoras ya se hayan sentado).

Hay que sentarse con una postura recta, respecto del respaldo de la silla, sin una rigidez excesiva que no nos permita ni gesticular. No ponga su silla muy lejos de la mesa, ni demasiado cerca, con el fin de ser capaz de sentarse con la espalda recta en la mesa.

Los codos no se ponen en la mesa; solo se permite apoyar los antebrazos. No ponga su brazo delante o alrededor de su plato.

No se cruza el brazo por delante de un comensal para alcanzar la sal, una salsera o cualquier otro elemento. Se debe pedir que nos lo acerquen.

No estirar las piernas y no mover las rodillas hacia atrás y adelante.

Espere su turno para comer.  Es tradicional empezar a servir a la dama de más alto rango en la mesa, y luego las otras señoras en orden jerárquico decreciente (por lo general equivale a la edad), y por último los caballeros. No empezar a comer hasta que la anfitriona empiece a comer, a continuación, usted ya puede.

Los líquidos como los vinos, el agua y el café se sirven generalmente por la derecha, por lo general los platos se sirve por la izquierda.

Si hay un montón de juegos diferentes de cubiertos al lado del plato, comience a usarlos de fuera hacia a dentro. En caso de duda, eche un vistazo para ver lo que hacen los otros invitados.

Sostenga el cuchillo y el tenedor con el mango en la palma de la mano, el dedo índice en la parte superior, y por debajo del pulgar. (Vea como usar los cubiertos)

Mientras coma, entre bocado y bocado,  descanse el tenedor y el cuchillo a ambos lados del plato.  Cuando haya terminado de comer, póngalos uno junto al otro en el centro del plato. (Vea como usar los cubiertos)

Pruebe la comida.  En el caso de que se le ponga un plato que se sienta incapaz de comer, es educado y correcto hacer al menos algún intento de hacerlo.  O por lo menos, se corta un poco, y lo mueve alrededor del plato.  Es bastante aceptable dejar algo de comida a un lado de su plato dando a entender que usted ha comido lo suficiente y ya no tiene más apetito.  Por otro lado, no intente dejar su plato muy limpio de manera que parece como si usted no hubiera comido en días.

Haga una conversación cortés con los invitados a su alrededor.  El objetivo de estas reuniones no es sólo acerca de la comida.

Aunque la mayoría de la gente dice que todo vale en estos días , hay algunos temas sensibles que se deben tener en cuenta:

Dinero

Política

Religión

 Sexo

Chistes inapropiados sobre la raza, sexo, religión

Chimes Siniestros.

Alardear, fanfarronear,  mencionar  innecesariamente a otras personas conocidas importantes para darse importancia será impopular y mal visto por los contertulios.

No se debe hablar con la boca llena. Es muy desagradable la visión del contenido bucal de un comensal e incluso lo es más el ser eventualmente bombardeado con dicho contenido por la verborrea o un golpe de tos inoportuno.

Se mastica sin abrir la boca y sin hacer ningún tipo de ruido. Lo mismo a la hora de beber. No sorber haciendo ruido.

No se debe hablar o gesticula con los cubiertos en la mano. No haga que parezca que tiene un arma en la mano.

La comida pinchada o depositada en un cubierto se come, no se deja en él mientras hablamos, escuchamos o miramos.

Hay que procurar adaptarse al ritmo de comida que impongan el resto de comensales. No se debe  comer de forma acelerada o ansiosa o exageradamente lenta.

Trate de ser considerado con los demás comensales. Si todo el mundo ha terminado, deje sus cubiertos y renuncie a cualquier alimento no consumido.

No se pasa comida entre platos, y no se pincha en el plato de otro.

Pida siempre las cosas por favor. Recuerde dar las gracias siempre, cuando le acercan la salsera o le hacen cualquier otro tipo de favor.

Las alabanzas a la comida, el vino o cualquier otro tema deben ser moderadas. Nada de adulaciones exageradas que comprometan o puedan poner en evidencia a los anfitriones.

No se debe abandonar la mesa salvo por razones de primera necesidad. Y, en todo caso, si tiene que hacerlo, pida las dispensas oportunas.

En la actualidad es muy procedente tener en cuenta este apartado. Nada de móviles, beepers, o cualquier otro sistema electrónico de avisos y/o mensajes sobre la mesa. Tampoco debería tenerse encendido aunque fuera en el bolsillo. Existe la posibilidad de tenerlo en modo de vibración.

Despliegue la servilleta y colóquela sobre su rodilla.  Úsela para limpiar de vez en cuando los labios o los dedos. No la utilice como un trapo.  Al final de la cena, deje la servilleta de forma ordenada en la mesa.  La servilleta siempre estará en el regazo. Nunca en la mano o atada al cuello en plan babero.

Si no desea que le sirvan más cantidad de un plato o bebida, no se pone la mano sobre el plato o la copa. Se indica de forma verbal que no desea más.

En la mesa se considera de mal gusto retocarse el maquillaje, rascarse, hurgarse la nariz y cualquier otro gesto poco procedente.

Hablar con un tono moderado y evitar las voces. No es  correcto hablar de extremo a extremo de la mesa, con otro invitado, ya que para eso hay que elevar excesivamente el tono de voz con la consiguiente molestia acústicas a los otros comensales por un lado y por otro les obliga a elevar la voz ellos también, convirtiendo la mesa en un gallinero, o a callarse. Debe esperar a la tertulia posterior. Hable solo con los más cercanos a usted.